La joven muñeca cogió y afeitó su coñito peludo nada más llegar a casa. Durante mucho tiempo tuvo que hacer el procesamiento de los genitales, pero aún no encontraba tiempo para esto, lo que afectó negativamente su capacidad íntima. Por follando con mi madre tetona culpa del agujero peludo, ya se había perdido dos veces el sexo espontáneo y no iba a volver a ser tan tonta. Habiendo llegado a la casa, la muñeca se desvistió e inmediatamente fue al baño, se aplicó espuma de afeitar en el pubis y los labios genitales, tomó una máquina azul y comenzó la ansiada eliminación de la vegetación indeseable…
